Acabamos la reunión anterior explicando que la totalidad de la RLT habíamos solicitado a la empresa información. Datos tangibles y objetivos que justificasen la presentación, por parte de la empresa, de un ERTE tan descomunal como el que nos han planteado.
Pues va a ser que no. Cierto es que han facilitado información, pero como habíamos previsto, muy por debajo de lo que requiere un proceso tan duro como el que propone. Esta documentación no justifica la salida de mas de 500 personas de la empresa durante casi un año.
El tiempo pasa, y las buenas intenciones que la empresa nos transmite con sus palabras no se traducen en argumentos sólidos que demuestren sus postulados. No ofrecen detalle de proyectos y personas reales afectados por la situación de excepción a causa del Covid-19. Y sin esa información es imposible entender sus premisas.
Es hasta cierto punto lógica la tensión existente en la reunión. Tanto la empresa como la plantilla nos estamos jugando mucho. Pero eso no justifica la presión de la empresa que, en varias ocasiones, amenaza con despidos colectivos como salida alternativa al ERTE. Así no.
Estamos prácticamente en el punto de partida. Como indica nuestro Asesor Legal de Cobas, presente en las negociaciones, ¿cómo puede la empresa pedir apoyo a unas medidas tan duras sin justificarlas, basándose solamente en los pronósticos más pesimistas?.
Queda poco tiempo. Mañana sábado está planificada una nueva reunión, de la que informaremos puntualmente. Pero mucho deberá cambiar el panorama para que esto no finalice con la oposición frontal de la totalidad de la RLT y plantilla afectada. Y que la empresa tome las medidas que quiera: nos veremos en los tribunales.