No hay manera.
Tanto Cobas como el resto de la RLT nos hemos hartado de pedir a la empresa datos que identifiquen los proyectos Y LAS PERSONAS que se han visto afectados por la crisis del Covid-19. Con escaso resultado.
De nada sirve que la empresa retuerza informes y verbalmente nos cuente que tal o cual proyecto se ha visto perjudicado en X personas, si sus afirmaciones no van acompañadas de nombres con los que contrastar dicha información.
El tiempo se acaba. Este lunes finaliza el periodo de consultas. Y en esas condiciones nunca daremos una opinión favorable a las intenciones de la empresa.
Con todo el pescado prácticamente vendido, seguimos pensando que éste es un ERTE oportunista. Plantado al amparo del Covid-19, pero cuyas medidas en cuanto a tiempo y personas van mucho más allá. La empresa pretende resolver problemas estructurales aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Nunca con nuestra aprobación.
Han jugado con el periodo de consultas. Al ser breve y no facilitar la información de inicio impiden que podamos estudiarla y contrastarla. Y para Cobas es IMPRESCINDIBLE comprobar la veracidad en la que basan el ERTE.
Por lo tanto, empecemos la casa por los cimientos. No podemos hablar de medidas paliativas, condiciones, etc. si antes no se puede comprobar el daño económico real infligido por el virus a nuestra empresa.
Porque sería una inconsciencia por nuestra parte negar que la situación provocada por el Covid-19 no va a influir en el negocio de Atos. Y en el de la amplia mayoría de empresas y personas del mundo. Pero de la misma forma que cuando la empresa tiene beneficios no tiene por costumbre repartirlos entre su plantilla, ahora exigimos que no recaiga el peso de esta crisis en la misma.
Quedamos a la disposición de la empresa para estudiar medidas menos traumáticas para quienes trabajamos en Atos Spain.