Hablar de este año 2020 podría darnos para un libro. A nivel profesional hemos vivido muchísimos cambios, tanto en el modo de trabajar, prácticamente sin contacto con los compañeros y compañeras, aislados en casa, inmersos en una guerra contra algo invisible que nos ha quitado mucho, etc.

La dirección de la compañía, como siempre, “también ha estado a la altura” de este año fatídico. Una vez más nos ha demostrado lo poco que le importamos las personas, y cuando la adversidad nos apretaba, nuestro CEO estiraba más la soga, esta vez con un ERTE, que no solo ha enviado al paro a 392 personas durante meses, sino que nos ha mantenido a todos en la cuerda floja, generando una gota más de la angustia que 2020 ha traído consigo.

Si no teníamos bastante con esta enfermedad, que nos ha quitado seres queridos, amistades, personas cercanas y nos ha regalado angustia y miedo, la dirección nos apuntilló con la incertidumbre laboral.

Con un año como 2020, poca gente habrá que no quiera terminarlo cuanto antes. Ahora toca tener esperanza, pensar que 2021 podría traernos éxitos, un juicio contra el ERTE a favor de las familias que trabajamos en Atos y sobre todo, por encima de todo, MUCHA SALUD.

Desde estas líneas, queremos desearos unas felices fiestas, quizás algo atípicas, pero sí queremos que sean esperanzadoras. Ojalá que 2021 de verdad sea un año para conmemorar y celebrar, cerca de los nuestros, donde los abrazos vuelvan a ser nuestra seña de identidad.