En la última revisión al edificio de 12 estrellas el pasado 23 de abril, pudimos descubrir que en uno de los despachos había una extraña mesa. Al preguntar que era esa mesa nos enteramos de que es una mesa electrónica que permite elevar y bajar la altura de esta. Este tipo de mobiliario se utiliza para aliviar lesiones de espalda en las que, por recomendación médica, no se puede permanecer sentado 8 horas seguidas y es recomendable alternar entre estar sentado y estar de pie.
Dicha mesa, haciendo un barrido rápido por internet no es posible comprarla por menos de 600 euros.
Por supuesto, estamos a favor de la adaptación de los puestos en función de las recomendaciones médicas y nos alegramos de que Atos cuide de sus empleados y empleadas. Lo que no nos parece bien, es que, en otros casos con la misma lesión, a trabajadores y trabajadoras fuera de la “élite”, lo que se les ha dicho es que se levanten y se den un paseo de vez en cuando. Esto nos recuerda la doble vara de medir que se aplica en Atos, que lo cierto es que no nos sorprende, ya que cuando un trabajador o trabajadora pide una simple silla por necesidades de espalda se le ponen mil pegas y escusas para retrasar o incluso no llegar a dársela nunca, sin embargo, cuando el receptor es parte de la “élite”, ahí no hay problema, no se escatima en gastos.
No hay dinero para compensar el teletrabajo, no hay dinero para material, no hay dinero para teclados o monitores, pero si hay dinero para la “élite”.