Teletrabajo: Desmontando mentiras

Ante el caos provocado por la empresa el pasado martes día 22, vamos a tratar de explicar por qué no hay un acuerdo de teletrabajo para firmar.

En primer lugar, la empresa se ha levantado de la mesa, rompiendo las negociaciones, algo con lo que estaba amenazando desde el primer día si no aceptábamos todas sus exigencias.

En segundo lugar, la RLPT no se ha negado a negociar ni a firmar nada, ni se ha cerrado en ningún punto, es la empresa la que ha dado por concluidas las negociaciones, sin llegar a tener ni siquiera un documento consensuado para firmar. Nosotros queremos seguir negociando para llegar a un acuerdo.

En tercer lugar, nos gustaría dejar muy claro que LAS COMPENSACIONES NUNCA FUERON UN PROBLEMA DURANTE LAS NEGOCIACIONES. ¡Que no te engañen!

El cuarto lugar, algunas de las propuestas de la empresa eran ilegales, dado que pretendía incluso rebajar las condiciones mínimas marcadas por el Real Decreto, como demuestra el hecho de que la empresa pretendía rebajar las condiciones de los contratos de teletrabajo firmados con anterioridad. La empresa ha usado como arma de presión y chantaje los contratos de teletrabajo existentes, suspendiéndolos desde el primer día de la negociación y negándose a adecuarlos al R.D.

Y además hay que aclarar que:

  • La empresa tiene la potestad de mantener el teletrabajo existente, así como conceder nuevos al amparo de la ley sin necesidad de acuerdo con la RLPT.
  • La vuelta a la empresa no tiene nada que ver con el acuerdo de teletrabajo.
  • El retorno a las oficinas ya estaba previsto, simplemente recordad que ya se había pedido a la plantilla retirar las cajas con sus enseres para tener disponibles los puestos de trabajo con vistas a la reincorporación del personal.
  • En Cobas realizamos una encuesta a la plantilla cuyos resultados han marcado nuestras líneas de negociación en todo momento.

Lo poco que teníamos encima de la mesa por parte de la empresa empeoraba sustancialmente lo ya existente, impidiendo teletrabajar mas de tres días, con controles incluso de geolocalización de dudosa legalidad, usando programas espía, saltándose algunos de los puntos obligatorios que indica el R.D., cuándo les interesaba.

Lo que presentaba la empresa convertiría el teletrabajo en un sistema de premio y castigo. Su intención era solo conceder el teletrabajo a quien “trague” con todas sus exigencias (legales o ilegales) y al que no lo haga, se le retira o no se le concede.

Por último, insistir, y así lo indicamos en la última reunión, que queremos seguir con las negociaciones, algo a lo que seguimos abiertos y que está EXCLUSIVAMENTE EN MANOS DE LA EMPRESA.