Hoy, viernes 11 de febrero hemos recibido en nuestros correos una información del nuevo CEO Global que, como poco, nos parece sorprendente.

Al parecer ahora el objetivo es simplificar una estructura que, justo dos años antes, con el lanzamiento del famoso proyecto Spring, se consideraba como imprescindible para focalizarnos en los clientes.

Una vez más, se le da otra vuelta de tuerca a la organización de la empresa. Sin entrar a valorarla aún, ¿Cómo puede pretender alguien que algo funcione si se están cambiado “engranajes” y haciendo “vueltas de tuerca” al diseño de la empresa constantemente? ¿Cómo se puede entender que lo que ayer era malísimo hoy sea de nuevo la solución de todos los problemas? ¿Cómo pretenden que los clientes no se vuelvan locos a la hora de intentar contactar con sus referentes en la empresa?

Es imposible trabajar de una forma profesional, que genere estabilidad en los clientes con vistas al negocio y por supuesto, a las personas que trabajamos en Atos.

La plantilla de Atos, a fecha de hoy, emplea casi más tiempo en temas burocráticos y en saber quiénes son sus responsables, que en hacer el trabajo que le han encomendado.

¿Cuánto va a durar esta nueva reorganización?