Aunque una vez más la empresa intenta “vender” su programa Bamboo, bajo el paraguas de parecer una empresa moderna, no es ni más ni menos que otra forma de marear a la plantilla y supuestamente ahorrar costes a futuro, aunque a día de hoy solo supone gastos.
La falta de planificación de este proyecto ha provocado que en Julio nos enviaran una comunicación para que todos vaciáramos las cajoneras y las taquillas el 31 de agosto, y ese mismo día, en el que mucha gente ha reorganizado su agenda sólo con el fin de cumplir las exigencias de la empresa, se encuentra con una nueva comunicación en la que se alarga el plazo hasta el 15 de septiembre. El problema no es tanto de fechas, sino mas bien que la empresa demuestra una vez mas que la plantilla le importa poco.
Mientras, seguimos esperando a que la dirección cumpla con lo requerido por la Inspección de Trabajo, proporcionar a la plantilla un espacio con cerradura que al menos se pueda utilizar para poder dejar nuestras pertenencias durante la jornada de trabajo, lo que la empresa llama “uso flexible”.
De cualquier manera, insistimos en el despropósito de esta medida, ya que al tener que cargar a diario con el equipo se generan riesgos evitables como posibles problemas de salud, seguridad por perdidas, daños, robo, etc.
Una vez más, esta empresa deja claro que le importa más la fachada que tener contenta a la plantilla y en lugar de subir los salarios, despilfarran dinero en obras faraónicas innecesarias, como la de Albasanz.